I Congreso en el Valle del jerte.
El Congreso comenzó cuando nuestra Corporación decidió, en Junta General Ordinaria, correspondiente a la festividad de «Los Santos» del pasado año 2001 , organizar dicha actividad. Desde ese momento, y no puede negarse la evidencia, multitud de ideas, comunicaciones diversas (telefónicas, faxes, e-mails, etc.) se han producido. Muchas de ellas entre los posibles «Congresistas», y otras muchas entre la «Organización de la actividad» y las Instituciones, bien oficiales o públicas, bien de naturaleza privada o de un entorno más circunscrito. Es evidente que son necesarios muchos contactos para que sólo unos pocos fructifiquen.
Al final, en coches particulares, lo cual no estuvo nada mal, creemos, porque permitió cierta autonomía familiar, independencia, etc.,…, aunque cada uno puede contar la «batalla» según le fue, y eso de la «independencia familiar» en cuanto a los coches, en algunos se cumplió más bien poco, ¿verdad, familia Corripio?, je, je. Y si no que se lo pregunten a la familia Luque,…
La tarde-noche del viernes, 26 de abril, van llegando el resto de «Congresistas», unos más pronto y otros… ligeramente más tarde, ejem!, ejem!. Tras un más que ligero descanso, una vez alojados en el Hostal reservado en la Ciudad de Cáceres (Hostal Neptuno), y tras la entrega de la documentación necesaria para la celebración de las diferentes sesiones científicas de dicho Congreso (folletos turísticos de los lugares a visitar), así como de la escarapela de la citada reunión (pin obsequio de la Dirección General de Turismo de la Junta de Extremadura para los participantes en la «Reunión científico-lúdico-recreativa programada. Gracias Junta de Extremadura, por atender nuestras solicitudes), el Congreso encamina sus pasos hacia la Ciudad medieval de Cáceres, fundada como «Norba Caesarina» por Lucio Cornelio Balbo hacia el año 25 a.C. y recientemente distinguida por la UNESCO como «Patrimonio de la Humanidad.
Los Congresistas con el espíritu lúdico que se les suponía, así como con el regusto de encontrarse, una vez más, juntos, pero en este caso en un marco inédito hasta la fecha, van descubriendo las excelencias arquitectónicas y las curiosidades locales de dicho marco histórico artístico; a saber, «Plaza Mayor», «Arco «asoginado» de la Estrella», «Concatedral de Sta. María» (donde pudimos comprobar los efectos de una oportuna llamada telefónica al Obispo de a diócesis «Cória-Cáceres», para que mantuviese las puertas de dicho Monumento religioso abiertas, fuese la hora que fuese, hasta que el Congreso Sodomo hiciese su aparición en dicho escenario, para poder contemplar a la Virgen de la Montaña, ahora excepcionalmente en la Ciudad de Cáceres y no en su Santuario de la Montaña. «Palacio Episcopal», «Casa de Carvajal», con su típica torre cilíndrica, «Palacio de Mayoralgo»,en el momento en obras, pero cubierto con panel de asombrosa similitud a la fachada original, «Imagen de San Pedro de Alcántara», estatua del franciscano, al que más de una de las Congresistas besó sus dedos, al conocer la fama que pesa sobre esa actuación: «Quien besa los pies de San Pedro Alcántara encuentra pronto novio», «Plaza de San Jorge», con sus dos torres bancas y sus típicas escalinatas, desde donde se divisan numerosos nidos de cigüeñas, «Plaza de San Mateo», con la Iglesia del mismo nombre, que según algún Congresista, debe ser el monumento más viejo de los visitados, a tenor de la composición y disposición de sus piedras graníticas, …¡¡Estos decoradores!!, «Convento de San Pablo», «Palacio de los Golfines de Abajo», donde para unos <<sólo invistieron caudillo a Franco>>, y para otros <<¡Su excelencia, el General de los Ejércitos, D. Fco. Franco Bahamonde, fue ensalzado y nombrado Generalísimo de todos los ejércitos de España!>>,…y de los grandes expresos europeos, (eso, lo digo yo, eh!) , «Calle Ancha», con sus típicos rincones, con su Parador Nacional, y su patio de notable belleza, «Foro de los Balbos», «Hotel Meliá», etc., etc.
Pero no todo podía ser trabajo y trabajo, en algún momento habría de llegar el, tan merecido, «Descanso de Guerrero», y creemos que llegó. Tras la cultura un rato de relación solaz entre los «Congresistas»; una liviana cena, fría e informal, preparada por la Congresista Illanes, de nombre Mª del Carmen, unos «cuba-librillos», de whisky, ron o ginebra, al gusto de cada cual, así como la repentina e inesperada llegada de la Tuna de Veterinaria de la Universidad de Extremadura,
compañeros y amigos, «cuasi» hermanos, a los que desde estas líneas no podemos obviar nuestro agradecimiento por su sempiterna disponibilidad, dieron por concluida la 1ªJornada de este apretado Congreso Sodomo allende nuestras fronteras.
Tras el desayuno, ocho coches, con 32 personas se dirigen a la localidad cacereña de Plasencia, ciudad que responde al tópico que la designa como «La Perla del Valle del Jerte», fundada en el año 1180 por el rey castellano Alfonso VII, y elevada en 1189 a la categoría de Sede Episcopal, por lo que cuenta no sólo con una Catedral sino con dos, señal del fuerte poderío social y económico con que contaba la ciudad en la Alta Edad Media y en el Renacimiento. En Plasencia, el Congreso acoge a los tres Congresistas que quedaban por unirse al grupo, la familia Torres-Montilla, llegados directamente desde Madrid. Por necesidades horarias la visita ha de ser corta. Tras contemplar la Plaza mayor, su típico Ayuntamiento, la Catedral nueva, sus típicas calles y casas, la expedición ha de partir hacia el Campamento Carlos V, situado en la localidad de Jerte, donde tiene su sede final la mencionada Reunión Científico-Humanística. La llegada es a las 14 h., momento en que sin más dilación el Congreso se dispone a realizar su primer almuerzo grupal. La comida es rústica, sencilla, pero cuantiosa; quien quiere repite, y además ha de ser servida por los propios Congresista, los lujos se han olvidado, y he ahí que los participantes demuestran una vez más su apuesta decidida por el éxito del «Congreso», todos a currar.
Tras la comida, el Congreso se dispuso a visitar el Centro de Interpretación de la Naturaleza, denominado «Garganta de los Infiernos», sobre la base de la denominación de la Reserva Natural que había sido escogida para la Actividad que comentamos. En dicho Centro, además de visualizar, mediante maquetas, pósters, y visores las excelencias paisajística, floral y faunística de la Reserva Natural, los participantes tuvieron la oportunidad de visionar un vídeo del Valle del Jerte preparado a tal efecto, donde iban tomando idea del entorno elegido para la celebración del Congreso.
Tras la Visita al Centro, merienda, y desplazamiento a pié hasta la localidad de Jerte, con el «agradable murmullo del río del mismo nombre. Una vez concluido el rato de solaz, el cual fue claramente el que decidió el momento de regreso y no el encuentro futbolístico antes comentado, ¡cómo no podía ser de otra manera!, los participantes regresan al Campamento para Cenar;… y sólo son las 20.30h. (en un entorno estrictamente natural todo se hace muy temprano).
«Senderismo organizado», realización de la ruta denominada de «Los Pilones», 3 + 3 Km. como las cabras, 45 + 45 minutos de tiempo estimado y más de TRES HORAS de realización verdadera por nuestra parte. En fin todo un éxito, ¡¡de aquí a las Olimpiadas!! Nos podemos dedicar a esto, al menos como entrenamiento para las Figuras. El momento final se acercaba, tras el ¡ímprobo esfuerzo del senderismo más brutal!, el sosiego, el relax, el segundo almuerzo programado, DESPEDIDA Y CIERRE.
Esperamos que el espíritu del Valle del Jerte, internacionalmente conocido por el esplendor de sus cerezos en flor en los albores de cada primavera, y traducido en el «ambiente» que el los Congresistas supieron provocar, permanezca mucho tiempo, si bien algunos tendrán algo más facilitada esta tarea al contemplar el crecimiento sosegado pero continuo de un plantón de cerezo, adquirido en el viaje de vuelta. ¡¡Cuidad el cerezo y el simbolismo que a partir de ahora puede representar.
David Reina